David Stuart
Nadie debería nunca decirte que tú tienes un problema.
Nadie más puede decidir eso por ti, solo tú puedes decidir si es “un problema”.
Cualquier tipo de sexo tiene sus goces y sus consecuencia, sus pros y sus contras. Usar chems no es una excepción, también tiene sus puntos a favor y sus puntos en contra.
Podemos reducir las consecuencias del uso que le damos a las chems practicando técnicas de reducción de riesgos (ver aquí). No es perfecto, no se pueden eliminar todos los riesgos o las consecuencias, pero podemos minimizarlos.
Es, por tanto, una cuestión de decidir si la diversión que estamos teniendo compensa las consecuencias que tendremos que afrontar por esta sesión, no solo en lo que nos afecta a nosotros mismos, sino también a aquellos que nos rodean y a nuestro entorno en general.
Debajo hay algunas preguntas diseñadas para que nos ayuden a reflexionar sobre nuestras decisiones. Contestándolas, tú (y nadie más que tú)… puedes hacerte una idea de si estás o no contento con las elecciones que haces, si la diversión y los beneficios compensan las consecuencias de tus sesiones con chems.
(Ninguna de estas preguntas es obligatoria, puedes ignorar las preguntas que no te gusten o que creas que no tienen nada que ver contigo).